TIC - El alumno cyber-usuario

Extraído de: CLIC AQUÍ El día: 06 de octubre de 2008 Voy a comenzar con una frase de Aldous Huxley, de su libro Un mundo feliz: “La revolución realmente revolucionaria deberá lograrse, no en el mundo externo, sino en las almas y la carne de los seres humanos”. Los verdaderos cambios a través de la historia se producen, para que tengan consistencia y vigencia, a partir de una revolución interior de nuestro ser, unidas a profundas convicciones que tendrán, en este caso, como soportes el uso inteligente de las nuevas tecnologías. Educar en estos postulados es hoy uno de los máximos desafíos que nos presenta este mundo globalizado y complejo, donde las únicas certezas son las “in-certezas” y, a partir de ellas, tenemos que ir construyendo nuestro propio camino, que nos llevará a ratificar nuestra condición humana. Años atrás los habitantes de las ciudades saturaban las bibliotecas públicas para obtener información, instruirse o averiguar. Hoy, y cada vez más, todas estas compras y esos mismos hábitos permanecen, pero tienen lugar en el monitor de la computadora, sin el tesoro irreemplazable de la relación personal. Logrando una nueva forma de educación, llamada "ciber-cultura", que llegó para permanecer y ha desatado un cambio de modelo del que no parece haber vuelta atrás. Piscitelli, especialista en Educación y Nuevas Tecnologías (TICS), dice que es "fácil e inútil hacer prospección respecto de Internet. Todos los días aparecen mil promesas de cambio radical de la tecnología y de la vida cotidiana. Sin embargo, estos anuncios rara vez sobrepasan el nivel de una publicidad ingenua y descarriada. Es imposible entender el futuro de Internet sin hacer un poco (o mucho) de historia de los medios y, sobre todo, sin calibrar los modelos de negocios en relación con la evolución tecnológica y los cambios psicológicos y culturales de productores y consumidores". En este escenario para cuantiosos individuos, sobre todo niños y adolescentes, las destrezas on-line son parte de su vida diaria. Catorce millones de usuarios en la Argentina, distribuyen su tiempo on-line entre la lectura del e-mail , chateo, el hallazgo de información; el comentario vertido en un blog , la reserva de un pasaje aéreo o el pago de una cuenta a través de la banca electrónica,etc.. Pero dado que la subsistencia robótica o cibernética no es tanto una actividad individual como una experiencia compartida, también se tiene la posibilidad de construir comunidades de usuarios en torno a intereses comunes, con un único inconveniente todavía irresoluble: la ausencia del contacto cara a cara; muchos forman las tribus temáticas sin conocerse cara a cara, sin importar lo espacial o temporal. El sociólogo español Manuel Castells dice que en la “sociedad en Red” convergen la Web, la globalización y la crisis de las instituciones. En esta cobra importancia las instituciones educativas como portadora de los nuevos saberes y competencias. Ya sabemos que la Web (Internet) es la gran generadora de un cambio de paradigma que permite, vencer las barreras espacio-temporales de las personas que habitan el planeta. Vayan imaginando los alumnos posmodernos dentro de esta complejidad. Estamos sumergidos en la "sociedad de la información", que marca una época en la que las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) se convierten en motores del desarrollo. ¿Puede la educación prescindir de ella? Armand Mattelart, un analista preocupado por el debilitamiento de la reflexión crítica, explica que "la irrupción de Internet como red de acceso público impulsó esta expresión, que estaba basada en que la circulación sin obstáculos de la información emergía como garante de una nueva sociedad transparente y descentralizada" Para él, las lógicas de exclusión social, la concentración de los medios de comunicación y el peso del marketing conspiran contra el arribo e instalación de la Sociedad de la Información. Lo que antiguamente impulsaba la tecnología digital era la capacidad de procesar y distribuir información. Sin embargo, en la actualidad el proceso de digitalización se define por la capacidad para comunicarse con otras personas. En este sentido, Castells afirma que "estamos pasando de la sociedad de la información a la sociedad de redes, donde cada uno de los usuarios es un nodo de diferentes entramados que se cruzan (laborales, familiares, amistosos). Esto explica el pasaje de la Web estática del siglo pasado a la Web participativa de esta era, en la que el concepto de web 2.0 ilustra un movimiento incesante y multidireccional basado en blogs, redes sociales, wikis y la actividad de la comunidad de usuarios en el centro de la escena. ¿Puede un alumno decir ausente en todo lo que relato? Este tirano de la pantalla de rayos luminosos es el mismo que está dispuesto a romper el esquema originario de la comunicación: emisor activo-receptor pasivo, o lo que sería maestro-activo expositor alumno-escucha pasivo. ¡Imposible! El ciber-usuario-alumno se está habituando a no necesita ir a la caza del contenido, porque éste va en su búsqueda a través de diferentes escenarios. Como educadoras debemos hacer una salvedad: “el verdadero contenido para que tenga sentido en la vida, debe realizarse a través de la palabra, el tiempo y la sistematización a través de la educación”. LIC ELENA FARAH